Argentina y su Potencial Energético para 2030
Luciano Fucello, country manager de NCS Multistage, participó en un análisis sobre la situación actual de los hidrocarburos y el potencial exportador que puede alcanzar Argentina gracias a Vaca Muerta. A pesar de las dificultades que enfrenta el sector, Fucello expuso una visión optimista sobre el futuro energético del país.
Actualmente, se producen 630 mil barriles de petróleo por día, principalmente de Vaca Muerta. Argentina llegó a alcanzar una producción de 800 mil barriles diarios. Aunque no estamos en el pico histórico de producción nacional, Neuquén sí está en su mejor momento. Sin embargo, esto ha generado algunos inconvenientes logísticos. Al estar concentrada la producción en una sola cuenca, existen limitaciones para evacuar todo el petróleo y el gas que se genera. Por ello, se están desarrollando nuevos ductos. Vaca Muerta es el centro energético de Argentina y tiene el potencial de convertirse en el motor energético de la región, explicó Fucello.

El Crecimiento de Vaca Muerta y sus Oportunidades
Fucello comparó la situación de Vaca Muerta con un pez que tiene un gran potencial, pero que se encuentra en un espacio limitado. El crecimiento de Vaca Muerta y la posibilidad de alcanzar un millón de barriles diarios para 2030 depende de la construcción de nuevos ductos. Se prevé que la balanza energética se cierre en números positivos el próximo año, con valores entre 2.000 y 3.000 millones de dólares. Más allá de 2030, Argentina podría lograr un balance positivo de 20.000 millones de dólares en términos energéticos. Este es un escenario muy positivo, aseguró.
Perspectivas Futuras para el Sector Energético
El análisis de Fucello resalta no solo el potencial de Vaca Muerta, sino también la necesidad de infraestructura para aprovechar al máximo los recursos energéticos del país. La capacidad de Argentina para innovar y adaptarse a las demandas energéticas futuras será clave para su desarrollo sostenible y su integración en el mercado global de energía.
La visión de un futuro energético positivo, donde Argentina pueda consolidar su posición como un exportador significativo de hidrocarburos, es un objetivo alcanzable si se realizan las inversiones y mejoras necesarias en infraestructura. Las expectativas son alentadoras y el tiempo será determinante para el éxito de estas proyecciones.